El
famoso refrán “Santa Rita, Rita, Rita, lo que se da, no se quita” y el hecho de
que se la considere la patrona de los imposibles, han dado una imagen
falsamente amable de esta santa que tiene una biografía digna de El caso
Ella
quería ser monja desde joven pero tuvo que superar varios inconvenientes. Por
no contrariar a sus padres se casó con Pablo
de Ferdinando, un joven violento y pendenciero. Y, por no contrariar a Pablo de
Ferdinando, tuvo dos hijos. No se sabe muy bien cómo pero, el marido que tan
mala vida le daba apareció muerto en un callejón. Los hijos juraron vengarse y
Rita que era completamente contraria a la violencia ( a su lado Ghandi era
Hannibal Lecter) rogó al señor que se llevara a sus hijos al cielo antes de que
hicieran una barbaridad. Y Dios oyó sus plegarias y Rita, por fin, pudo hacerse
monja. De hecho se cree que el refrán es producto de la deformación habitual en las sentencias
populares de transmisión oral y que en origen se decía “Santa Rita, de mi lado
quita, quita” que se pronunciaba cruzando los dedos cuando se la veía aparecer.
Vaya con Santa Rita! No salgo de mi asombro y es verdad que no me acordaba que era la santa de los imposibles, alguna vela ya le ha caído. Gracias Jacinta!!
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